"Ayúdeme a cambiar, pero ni se le ocurra cambiar nada de lo que hago o pienso"
Esta es la gran dificultad y lo que marca el verdadero avance terapéutico. La labor del psicólogo es hacerlo tan bien como para ayudar a reducir esta paradoja a mínimas quejas o enfados...
Todos tendemos a la homeostasis, claro, y que te venga alguien de fuera a decirte que las cosas pueden ser de otra manera, pues no es plato de gusto.
Con lo seguro que se está dentro de la enfermedad o de la baja autoestima cómo cree que voy a mirar otros caminos... La única manera es a través del arte de pensar y hablar. Que no parezca algo definitivo...
Sería como pasar del mapa político al geográfico.