lunes, 29 de abril de 2013
Ítaca
Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Posidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.
Konstantínos Kaváfis.
martes, 2 de abril de 2013
Shakespeare
Una persona de 17 años que me dice, sin palabras, que quiere crecer, que se quiere separar de su progenie... Salir de su casa (buena, mala o regular), era cambiar un destino que había sido escrito a fuego antes de esta persona nacer. Su única alternativa, como una flecha marcada.
El precio que paga por hacerse mayor y escribir su historia le va a pasar una factura costosa de asumir. Eso hago yo, de contable que le ordena los papeles y le recuerda cuándo y dónde acudir a la hora de rendir cuentas al hemisferio derecho.
Lo que no sabe esta persona es que es más libre que muchos otros que no pueden ni plantearse el pensar opciones diferentes de las que tienen delante de sus narices.
Hoy hablamos de Shakespeare y Cervantes.
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