Existe el deber de ser feliz... La industria farmacológica es la primera interesada en esta presentación de la depresión como concepto categorial estanco.
Demostrada ya la alta iatrogenicidad asociada a los antidepresivos y la insuficiencia del modelo categorial, se insiste, desde la industria farmacológica, en psicoenergizar la experiencia normal de tristeza e incluso la eutimia, con la marcada idea de tener que "estar bien" ante la intolerancia actual a "estar mal".
Quizás la idea del cambio de esquemas que se activan en la experiencia de malestar sería el plano en el que se puede trabajar desde la intervención psicoterapéutica y no el de vender un estado de bienestar perpetuo que no puede estar más lejos de la realidad y se convierte en la primera fuente de idealización y frustración.
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