¿Pero qué le pasa?

Cuando un familiar de alguien que va a terapia te mira y te pregunta: "¿Pero qué le pasa, cómo le puedo ayudar?"... Es cuando se aprecia mejor lo difícil que resulta para la persona que sufre y los que la rodean.

la frustración que provoca el querer ponerse bien y no poder conseguirlo, aunque sea por agradar a los que te quieren es algo profundamente doloroso. Como querer trepar a un árbol en el que solamente tú aprecias los pinchos de su corteza...

Es la depresión el dolor más incomprendido. Algunas personas catalogan este fenómeno como un producto de la modernidad, como algo esnob, no obstante, hay escritos que hablan de una "tristeza profunda que aqueja a la persona" ya desde la cultura Maya.

El impacto de la salud mental en la UE equivale a entre el 3% y el 4% del PIB. Parece que este dato va en aumento debido, entre otras cosas, a las situaciones a las que se está viendo abocada la gente de clase media, sumida en unas cuotas de estrés que desgastan cada día más. 

Quizás deberíamos atender este hecho muy seriamente, pues el índice de suicidio va en aumento.

Alivio mental

El odio, cuando se pone fuera, sobre alguien al que de pronto se le da mucho poder en la vida de uno, a corto plazo nos da un respiro. Es algo tan primario como la expresión "echar balones fuera".

Responsabilizar a los demás de aquello que sentimos es muy peligroso a la larga y nos deja atrapados en la reflexión: "me controla esa emoción, no puedo hacer nada".

Lo que a corto plazo nos permite descargar el deseo se puede hacer crónico y muy dañino, pues el odio sale de nosotros, por lo que tiene que ver con nosotros.

Parte del trabajo en consulta es poder hacer el esfuerzo de reflexionar esta idea. Una vez hecho este camino que, en muchas ocasiones, provoca dolor e impotencia, nos hacemos más libres y vamos siendo más conscientes que somos los verdaderos directores de orquesta de nuestra propia vida y nos proporciona mucho alivio mental.

El tabú y su consecuencia

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/08/actualidad/1349695825_584722.html

Donde hay tabú hay ausencia de normas y esta lleva al "todo vale", y si el que manda en la relación, sea del orden que sea, trabaja con el tabú pues la probabilidad de hacer daño aumenta demasiado.

Si del abuso sexual no se puede hablar antes de que ocurra, menos se podrá hablar cuando este ya se ha producido. ¿Cómo va una persona a acusar a otra de la que depende o se siente inferior? 

Esto ya se sabe desde hace mucho, no obstante sigue ocurriendo igual... Quizás sería bueno plantear si la norma se está estableciendo bien, pues en muchos casos la persona que la infringe no conoce los límites.

Si se quiere evitar los abusos (en este caso hablamos de los sexualos, pero vale para todos) habrá que usar la palabra para implantar la Ley, pues las personas que deciden abusar están en una fase de anomia y no tienen ni la menor idea de por qué no pueden dar rienda suelta a su deseo.

Esclavos del odio

Odio tanto a mi compañero de trabajo que no puedo dejar de pensar en él...

Menuda paradoja. Es como si tuviésemos un dolor de muelas terrible y lo solucionásemos no yendo al dentista, es decir, tomando el camino que no elimina el dolor.

De pequeños, cuando teníamos un problema estaba claro que quien estaba a nuestro cargo lo iba a solucionar... ¿Y ahora? ¿Qué pasa cuando tenemos un compañero de clase que nos fastidia todos los recreos y nos quita la merienda?

Los niños tienen unos mecanismos de resistencia muy fuertes y saben hacer, casi todos, borrón y cuenta nueva. Ese arte de borrar de la mente lo que no nos gusta y empezar de nuevo es un mecanismo que de adultos no se hace con tanta facilidad, de ahí que aparezca la temida rumiación, "no puedo dejar de pensar en aquello que me duele tanto".

¿Qué pasaría si con una terapia pudiésemos conectar con aquellos recursos que sí tenemos para gestionar aquello que nos pasa? 

Entonces no penaríamos el que la vida no sea lineal ni predecible.

Experiencia vs canon

la psicología cada vez se dirige más hacia los diagnósticos, los criterios nosológico, lo que dicta la estadística... El próximo manual de la DSM V (Manual de los trastornos mentales) va a seguir aún más que el anterior, el modelo médico. Esto quiere decir que va a poner el acento en la predicción, por encima de la prevención.

Si predecimos lo que va a ocurrir no podremos dejar que sea la persona quien decida libremente cómo quiere vivir y elaborar cómo ha vivido hasta ahora. 

Los tratamientos orientados a paliar la expresión del sufrimiento es válido a corto plazo, no obstante, dejar a un lado la raíz del problema sólo servirá para aumentar la frustración cuando este se exprese de otras formas.

No marcamos el camino, acompañamos a quien decide ponernos a su lado para trabajar juntos en el conocimiento de su funcionamiento mental, con una aceptación incondicional del otro.