miércoles, 24 de octubre de 2012

Alivio mental



El odio, cuando se pone fuera, sobre alguien al que de pronto se le da mucho poder en la vida de uno, a corto plazo nos da un respiro. Es algo tan primario como la expresión "echar balones fuera".
Responsabilizar a los demás de aquello que sentimos es muy peligroso a la larga y nos deja atrapados en la reflexión: "me controla esa emoción, no puedo hacer nada".
Lo que a corto plazo nos permite descargar el deseo se puede hacer crónico y muy dañino, pues el odio sale de nosotros, por lo que tiene que ver con nosotros.
Parte del trabajo en consulta es poder hacer el esfuerzo de reflexionar esta idea. Una vez hecho este camino que, en muchas ocasiones, provoca dolor e impotencia, nos hacemos más libres y vamos siendo más conscientes que somos los verdaderos directores de orquesta de nuestra propia vida y nos proporciona mucho alivio mental.

1 comentario:

  1. Dejo mis reflexiones a partir de la tuya:

    Una de las enseñanzas básicas sobre las emociones es que son nuestras.
    Como tú bien dices, parten de mí y tienen que ver más conmigo que con el otro.
    El otro en un momento dado las despierta, pero en última instancia soy soy quién decide si alimentar esta emoción o no.

    La segunda cuestión imporantante sería: "¿Qué gran cantidad de energía y de tiempo mental estoy dedicando a alguien que no quiero?"

    Y la tercera: ¿Estás segura/o de darle el poder a la otra persona para hacerte sentir mal?

    Buena tarde otoñal

    ResponderEliminar